Subir al Miradouro da Fraga do Tostão es una obligación, sobre todo al final del día, donde se puede vislumbrar la sombra de la montaña extendiéndose sobre los tejados rojos de las casas. La blancura de Tabuaço recorta su silueta sobre escalones de viñedos, jardines, huertas y frutales. La montaña, detrás, se eleva majestuosamente.
Comentarios (0)